La misión de todos los apóstoles y profetas de Dios (la paz sea con ellos) está basada en una piedra angular y en un pilar bien fundado, que es el guiar a la humanidad hacia el Creador del universo; por ello, la humanidad debe creer en, y adorar a, Dios para ser felices en esta vida y para llevar una vida virtuosa. Además, los apóstoles de Dios hicieron énfasis en la fraternidad de toda la humanidad, creación de Dios, siendo Adán y Eva sus padres... y el criterio de excelencia es la rectitud, la piedad y las buenas obras. El Corán dice: "¡Hombres! Os hemos creado a partir un varón y una hembra y os hemos hecho pueblos y tribus distintas para que os reconocierais unos a otros. Y en verdad que el más noble de vosotros ante Dios es el que más Le teme. Dios es Conocedor y está perfectamente informado" (Noble Corán 49:13).
Como resultado de la creencia en Dios y en la fraternidad de los seres humanos, la humanidad deberá, necesariamente, vivir una vida de amor, concordia, cooperación y paz. Todas las leyes de Dios fueron reveladas con el objetivo de hacer énfasis en este tema. Los profetas de Dios, en épocas diferentes, mostraron a la humanidad que la religión de Dios es siempre la misma, que los hombres son hermanos íntimos, sin ninguna enemistad o conflicto entre ellos, que el ánimo de su mensaje es siempre el mismo que Quien los elevó fue Uno y que el fundamento de su religión es sólo uno, sin posibilidad de contradicción o diferencia entre ellos.
Para fijar esta idea en las mentes y corazones de las generaciones venideras, es necesario un tremendo esfuerzo, y mucha cooperación, de parte de los intelectuales de todas las religiones reveladas. Esta es la doctrina que he venido propagando y predicando durante los últimos 35 años pues ésta es la clave para alcanzar el estado de bienestar para los seres humanos y para poder vivir una vida pacífica sin maldad ni odio.
Además, el Corán y la Biblia testifican que las religiones reveladas no difieren ni en su origen doctrinal y ni en sus objetivos para los seres humanos. El Corán dice: "Él ha ordenado para vosotros la religión que encomendó a Noé, la que te inspiró a ti, la que le ordenó a Abraham, Moisés y Jesús, diciendo: 'Estableced la religión y no os dividáis en ella" (Noble Corán 42:13).
Este texto, sin duda alguna, es un testimonio de que la religión de Dios es la misma, en todos los tiempo y para todos los profetas, y que Dios ordena a Sus profetas y a su gente a unirse y a estar de acuerdo y a no diferir y separarse. En el Corán hay muchos ejemplos a este respecto, como: "Es verdad que te hemos inspirado al igual que inspiramos a Noé y a los profetas anteriores a él. Y también inspiramos a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las tribus, a Jesús, Job, Jonás, Aarón y Salomón. Y a David al que le dimos los Salmos" (Noble Corán 4:163). Así, Dios reveló lo mismo en calidad y contendido y es por ello que podemos decir que todos los profetas provienen de una misma fuente, aún más, es evidente que en el Corán que se le ordena a los musulmanes creer en los profetas de Dios y obedecer sus órdenes: "Decid: 'Creemos en Dios, y en lo que se hizo descender a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las Tribus, y lo que se le dio a Moisés y a Jesús y en lo que le fue dado a todos los profetas procedente de su Señor. No hacemos distinciones entre ellos y nos postramos ante Dios" (Noble Corán 2:136).
Cualquiera que lea el Corán, podrá ver que las suras (capítulos) más largos del Corán ennoblecen y dignifican a Jesús y a la Virgen María. El Corán también menciona y clarifica algunos de los milagros de Jesús y narra milagros que se encuentran en el Evangelio mismo, como por ejemplo pájaros hechos de barro a los que dio vida a través de un soplo, con el permiso y ayuda de Dios, y también menciona el hecho de que Jesús hablaba a la gente desde la cuna.